viernes, 15 de abril de 2011

gente fascinada por la clasificación (parte2)

Un poco más de Perec en Pensar/Clasificar:


"1.2 Cuartos donde se pueden guardar libros
en el vestíbulo
en la sala de estar
en el o los dormitorios
en las letrinas"

"1.3 Sitios donde se pueden poner libros
En la repisa de las chimeneas o los radiadores (tengamos en cuenta, empero, que el calor puede resultar nocivo con el tiempo),
entre dos ventanas
en el vano de una puerta clausurada,
en los escalones de un escabel de biblioteca, volviéndolo imposible de escalar (muy elegante, cf. Renan),
bajo una ventana,
en un mueble dispuesto en abanico que divida el cuarto en dos partes (muy elegante, causa mejor efecto aun con algunas plantas verdes)."

"2.1 Modos de ordenar los libros
clasificación alfabética
clasificación por continentes o países
clasificación por colores
clasificación por encuadernación
clasificación por fecha de adquisición
clasificación por fecha de publicación
clasificación por formato
clasificación por géneros
clasificación por grandes períodos literarios
clasificación por idiomas
clasificación por prioridad de lectura
clasificación por serie"

gente fascinada por la clasificación (parte1)

Tarde o temprano hay que citar a Georges Perec. Seguramente mucho de su obra.
Fragmentos de Pensar/Clasificar (Georges Perec, Ed. Gedisa, 1986, España), libro que en sí mismo habría que citar casi por completo:



"V) Las inefables alegrías de la enumeración

En toda enumeración hay dos tentaciones contradictorias; la primera consiste en el afán de incluirlo TODO; la segunda, en el de olvidar algo; la primera querría cerrar definitivamente la cuestión; la segunda, dejarla abierta; entre lo exhaustivo y lo inconcluso, la enumeración me parece, antes de todo pensamiento (y de toda clasificación), la marca misma de esta necesidad de nombrar y de reunir sin la cual el mundo ("la vida") carecería de referencias para nosotros: hay dos cosas diferentes que sin embargo son un poco parecidas; podemos reunirlas en series dentro de las cuales será posible distinguirlas.
Hay algo de exultante y de aterrador a la vez en la idea de que nada en el mundo sea tan único como para no poder entrar en una lista."

"P) Cómo clasifico

Mi problema con las clasificaciones es que no son duraderas; apenas pongo orden, dicho orden caduca.
Como todo el mundo, supongo, tengo a veces un frenesí del ordenamiento; la abundancia de cosas para ordenar, la casi imposibilidad de distribuirlas según criterios verdaderamente satisfactorios, hacen que a veces no termine nunca, que me conforme con ordenamientos provisorios y precarios, apenas más eficaces que la anarquía inicial.
El resultado de todo ello desemboca en categorías realmente extrañas, por ejemplo, una carpeta llena de papeles varios con la inscripción "PARA CLASIFICAR"; o bien una gaveta etiquetada "URGENTE 1" que no contiene nada (en la gaveta "URGENTE 2" hay unas viejas fotografías, en la gaveta "URGENTE 3", cuadernos nuevos).
En sínteis, me las arreglo."

"2.5 Como los borgianos bibliotecarios de Babel, que buscan el libro que les dará la clave de todos los demás, oscilamos entre la ilusión de lo alcanzado y el vértigo de lo inasible. En nombre de lo alcanzado, queremos creer que existe un orden único que nos permitiría alcanzar de golpe el saber; en nombre de lo inasible, queremos pensar que el orden y el desorden son dos palabras que designan por igual el azar."